Si te dedicas a vender productos de alta gama seguramente habrás notado mucho esta crisis. La gente entra menos por la puerta y muchos de los que entran se quejan del precio, o adquieren los productos más económicos. Ante tal circunstancia estarás pensando en bajar los precios o vender otro tipo de producto más económico. Mi consejo es: piénsalo dos veces. Starbucks no lo hizo y le ha ido bien.