Prácticamente en todo el mundo está creciendo el consumo de cócteles embotellados. Los mojitos y manhattans en botella ya no son algo excepcional, sino que se están sirviendo hasta en restaurantes. Los españoles, que tenemos mucho camino hecho en la comercialización de vino, deberíamos aprovechar esa brecha para entrar en este mercado, más aún ahora que nuestras exportaciones en vino han caído.