Adage publica esta semana una entrevista con Yolanda White en la que se habla de la novedosa apuesta de Coca-Cola: en vez de tener product marketing managers, la marca de Atlanta tiene client marketing managers (una traslación del marketing relacional a la publicidad) que supervisan todas las campañas de publicidad destinadas a un público en concreto.
Así, Coca-cola ya no tiene un responsable de la cuenta de Coca-cola Light y otro responsable de Dassani, sino un responsable para cada target: blancos, negros, hispanos, etc. Cada uno de estos profesionales tiene a su cargo un equipo de investigadores de tendencias que determinan qué asuntos importan a cada segmento de población según raza y situación sociodemográfica y preparan el briefing para las agencias.
Las campañas de Coca-cola emulan ahora la estrategia de los grandes estudios de Hollywood y muestran personajes de determinada raza para atraer a clientes de esa misma raza o a personas que se ven reflejados en dicha raza –como dice White, los adolescentes negros tienen un poder de creación de tendencias excepcional en Norteamérica.