Si hay algo que he aprendido de la cultura americana es que cualquier noticia medianamente positiva les anima a tirar del carro. Por eso, cuando esta semana se hizo público que el último mes SÓLO se perdieron 36.000 empleos (sigue siendo una pérdida, pero muy inferior a la prevista) las cotizaciones de bolsa comenzaron la [eso sí, discreta] remontada.
Eso sí, la señal tiene que venir del propio mercado y nunca de un grupúsculo como el que en España ha lanzado “Esto lo sucionamos entre todos“.