Los últimos meses hemos estado estudiando la composición de los emails que enviamos para saber cuál es la configuración más eficiente. Nos hemos dado cuenta de aspectos que ya intuíamos, como que los emails breves son mucho más eficientes que los largos, o que los que tienen muchas opciones generan más clicks, o que los que tienen más fotos generan muchísimos más clicks. Pero sobre todo hemos estudiando dónde clica la gente. A continuación os lo explico.
Los emails que hemos estado enviando tienen un formato similar al que arriba se ve. Del 100/ de los clicks, una media del 22% se centraban en la fotografía del producto. Esto viene a decirnos lo importante que es una buena foto en el email, pero más aún cuando descubres este dato: el 16,1% de los que no compraron al final clicaron en la foto; el 28,6% de los que compraron sí que clicaron en la foto. Las personas que tienen la intención de comprar clican más sobre la foto que quienes no la tienen.
El botón de la llamada a la acción (¡compra ahora!) es siempre el que más clicks obtiene, de media un 24,1%. No obstante, quienes tienen la intención de comprar no clican más esos botones que las fotos (de nuevo, de media un 28,6%).
Los links de texto reciben muchos menos clicks, sin lugar a dudas… De media un 1,6%. Ahora bien, cuando el link de texto invita a participar en un concurso o sorteo – o si promete un regalo- la media de clicks sube hasta un 52,05%. Las personas que compran son menos proclives a participar en sorteos (ellos clican los links de sorteos solamente un 42,9% de las veces).
Finalmente, hemos detectado que los emails que tienen más de una oferta suelen condicionar a los usuarios favorablemente para abrir el próximo email. Esto es, los usuarios que reciben varias ofertas en un email (se entiende que ofertas interesantes para ellos) suelen abrir el siguiente con más asiduidad que aquellos usuarios que reciben un email con una única oferta.