Carlos Climente

Digital transformation and MarketingOperationsTeaching

Tiendas dentro de otras tiendas

Es paradójico que cuando mejores son las condiciones para invertir en capital inmueble (como ahora, cuando los precios en EEUU han caído un 8% y el dólar está tan bajo) menor es la capacidad de las empresas para realizar dicha inversión. Los economistas dicen que la gente gasta dinero cuando sabe que su capital inmueble se está revalorizando al alza y que, cuando el valor de la propiedad decrece, el gasto (y por tanto los ingresos de las empresas) se reduce drásticamente.

Las empresas americanas han visto cómo el consumo ha disminuido un 18% este año. Algunas de ellas siguen teniendo líquido como para hacer inversiones inmobiliarias. Sin embargo, las empresas públicas tienen dos misiones: ganar dinero y ganar más dinero que el ejercicio anterior para que el valor de sus acciones no decaiga. De ahí que la inversión inmobiliaria comercial haya decrecido tanto.

En este contexto surge una actividad comercial interesante: las asociaciones para abrir tiendas dentro de tiendas. Quizás tu empresa no tenga el dinero suficiente para abrir un negocio propio, pero quizás sí que tengas el dinero suficiente para alquilar a una tienda de prestigio un espacio en su local. Eso es lo que últimamente ha hecho FAO Schwarz, la famosa tienda de juguetes, abriendo 275 tiendas dentro de los establecimientos de Macy’s (una especie de El Corte Inglés americano), o la firma de telecomunicaciones Sprint, que ha abierto un espacio en cada tienda de Radio Shack; incluso Sephora, que ha abierto sus microtiendas dentro de JC Penney’s.

Algunos hablan incluso de una posible expansión de la asociación entre Apple y Starbucks. Puesto que Apple no tiene demasiadas tiendas en Europa, algunos piensan que se está planteando la posibilidad de vender sus dispositivos a través de las tiendas de Starbucks.

Quizás tu empresa se deba plantear la posibilidad de abrir sus espacios en tiendas de reconocido prestigio en Estados Unidos (conocidos como los “big boxes”). Para ello sólo se deben cumplir tres requisitos:

1. Tener el dinero: Los subalquileres de espacio en las tiendas de prestigio son más baratos que invertir en inmuebles, pero los alquileres están muy por encima de la media. Tu establecimiento ganará prestigio de marca rápidamente, pero tienes que pagar por ello. Según mis estimaciones, el espacio dentro de un big box puede costar hasta tres veces más que en la calle.

2. Tener el servicio: Las tiendas de prestigio deben dicho prestigio a un servicio excelente y van a pedir datos que demuestren que tu empresa tiene al menos los mismos estándares de servicios que ellos. El servicio se mide considerando (1) la cordialidad de los vendedores, (2) el diseño del espacio, (3) la disponibilidad de stock del material que se vende, y (4) la calidad del producto que se vende.

3. Pagar por la publicidad: Además del alquiler, estas empresas obligan a sus arrendatarios a pagar un canon publicitario anual que viene a estar entre 7.000 y 20.000 dólares mensuales.

Si cumples los tres requisitos y crees que esta es una buena oportunidad, estás de enhorabuena: con el decrecimiento del consumo en Estados Unidos hay cientos de primeras firmas dispuestas a arrendar parte de sus espacios comerciales.