Me comentan que la feria de CEVISAMA fue desoladora la semana pasada. La industria de la construcción está parada por completo en España, en EEUU y en la cochinchina pero en América hay un segundo factor que augura malos presagios: los planes de pensiones privados.
En EEUU las pensiones no las paga el estado sino que son planes privados. En los últimos años, con la burbuja inmobiliaria, la gente invirtió menos en estos planes porque contaban con la plusvalía de sus casas para pagar los costes de la vida después de la jubilación. Sin embargo, las casas ahora valen menos que hace un lustro –y la expectativa de vida sigue creciendo – y eso lleva a que la gente invierta más en su futuro.
Estados Unidos nunca ha sido un país ahorrador. Si la tasa de ahorro de EEUU se igualara con la Europea –pasando de 0,5% a 5%- el gasto de los consumidores se reduciría en 500.000 millones de dólares. Esto afecta especialmente a la ciudadanía entre 50 y 60 años que, por la inmediatez de la jubilación, ahorra más agresivamente. Precisamente este sector de población es el que mantenía la industria cerámica viva en América, puesto que son los propietarios de las viviendas que requieren reformas.
Así pues, sin nueva construcción ni reformas a la vista, tocará apretarse los cinturones.