Hace unos días se celebró en el Merchandise Mart de Chicago la feria Neocon, de la que guardo bastante mal recuerdo. Además de que la feria no llama a quienes deciden qué se compra sino a los prescriptores, resulta infinitamente más cara que cualquier feria en Nevada, Virginia o Florida por culpa de los sindicatos.
Los sindicatos de NY y de Illinois son sin duda los más caros de todo el país. Si bien las ferias en NY se rentabilizan sólo por el tráfico, las de Chicago son demasiado caras. Hasta 62 dólares por hora me ha llegado a costar un fontanero que trabajaba 4 horas y descansaba media, y que necesitó de otro fontanero en prácticas (30 euros por hora) para montar un espejo de baño.
Por ese motivo recomiendo evitar las ferias en Chicago (sintiéndolo por mi amigo Luís Aznar que está haciendo un gran trabajo allí).