Mucho ha llovido desde las primeras redes sociales. Tanto han proliferado, de hecho, que es casi imposible entrar en el negocio ahora porque no se puede conseguir una masa crítica.
Cuando lanzamos Linkara nos basábamos en las plataformas americanas (Facebook no existía, pero sí Linkedin, Meetic, eHarmony…). Pronto nos dimos cuenta de lo difícil que es gestionar las preferencias de la gente.
Uno puede llegar a pensar que una red social funciona siempre que haya algo en común entre sus afiliados. Sin embargo, la realidad es MUY compleja.
La gente que acude a una red social romántica, por ejemplo, tiene intereses muy variados. Hay gente de 50 que quiere parejas de 20… O de 60. Y viceversa. Hay quien busca relaciones duraderas y hay quien busca relaciones esporádicas. Hay quien quiere quedar fines de semana y hay quien tiene a los hijos esos días… Aunque todos buscan pareja, no hay ni uno que busque lo mismo.
Por eso, para que dos perfiles afines se encuentren hace falta una masa crítica importante. Esto es, muchos usuarios.
Por ese preciso motivo fracasó nuestro proyecto tictacdating y por eso vaticino que el nuevo spin off de Meetic, llamado Affinity, se irá al traste. No es posible conseguir muchos usuarios ahora que hay tantas redes, y sin muchos usuarios no salta la chispa entre dos.