La mayor parte de CMOs nos negamos a abrir nuestras webs corporativas a Internet 2.0 para evitar que se aireen comentarios negativos acerca de nuestros productos y servicios en nuestro propio escaparate. Para evitar que alguien escriba comentarios negativos en nuestro propio sitio existen dos herramientas fantásticas que menciona Clive Thompson en su último artículo …