Carlos Climente

Digital transformation and MarketingOperationsTeaching

Reconstruir un equipo

La crisis en la que andamos inmersos está generando un montón de despidos. Los equipos de trabajo se resienten, las empresas venden parte de sus delegaciones y quienes las compran se las ven y se las desean para levantar la moral del conjunto. La pregunta que aflora es: ¿Cómo se puede volver a levantar el ánimo de los empleados?

El año pasado los Memphis Grizzlies creyeron que su equipo había llegado a un final de ciclo y decidieron destituir a toda la plantilla para empezar de nuevo. La decisión fue drástica y los resultados no fueron los esperados, pero el espíritu de equipo volvió al FedEx Forum.

La gestión de los equipos deportivos en EEUU es siempre muy profesional. Los Grizzlies hicieron lo que cualquier empresario americano hubiese hecho. Los españoles pensamos de otra manera (entre otras porque el coste de despido es mucho más alto en Europa) y no lo hubiésemos concebido jamás. Sin embargo, si quieres prosperar en EEUU tienes que pensar como un americano más. Uno de los mejores manuales que he leído para rehacer equipos lo escribió John Borchard.

Mis consejos personales (y ya he pasado por esto unas cuantas veces) son:

1. Perdona. Generalmente, cuando tomes las riendas de un equipo desmoralizado vas a oír muchas tonterías, muchas críticas al sistema y a la dirección. No te ofendas por ellas (lee aquí un artículo interesante al respecto). La gente reacciona así ante el sentimiento de inseguridad. Seguramente mantienen lazos con quienes ya se han ido y eso les afecta dentro y fuera de la empresa. No tomes represalias y escucha con atención porque en muchas ocasiones tendrán razón.

2. No lo dejes de lado. Crear equipo no es una distracción sino tu labor principal. En Estados Unidos hay profesionales que se dedican a ello (contract managers) exclusivamente. Dedica mucho tiempo a formar a tu gente para que rindan como quieres.

3. Entérate de cuáles eran las misiones que tenían encomendadas: Generalmente los equipos no funcionan porque han recibido instrucciones incorrectas. Entérate de cuáles eran los objetivos y prioridades que tenían marcadas anteriormente y dales las directrices correctas.

4. Analiza las fortalezas y debilidades de los miembros. Trabaja con ellos unos días y entérate de cuáles son sus cualidades. Cuando creas tenerlas claras haz una matriz en la que determines las responsabilidades de cada uno y pásaselas tanto a ellos como al resto de departamentos.

5. Dales un tiempo y reubícalos: Dales un tiempo para que se ubiquen a su nuevo entorno con sus nuevas directrices y analiza su respuesta. Si no son válidos para el puesto en el que les has ubicado busca una nueva posición en la que sí puedan ser válidos.

6. Haz limpieza: Cuando hayas hecho el rodaje ya estarás en disposición de determinar (1) quiénes son los que no asimilan o se muestran contrarios a tu filosofía de trabajo, (2) aquellos que no funcionan en ninguno de los dos puestos en los que les has probado y (3) aquellos que tienen algún resquemor contra la empresa y obran contra ella. Determina quiénes son y despídelos.

7. Incentiva a los que se queden: No hay nada que ayude más a generar una buena dinámica de grupo que ver resultados pronto. Por lo tanto, fija algunos objetivos de fácil consecución sobre los “largoplacistas” y celébralos con el equipo cuando lleguen. Además premia a tus empleados con tu tiempo: llévatelos a comer, reconoce sus contribuciones públicamente, etc.

8. Comunica, comunica, comunica: No es algo que las empresas españolas hagamos naturalmente, pero sí que es un requerimiento de los empleados americanos. Comunícate con tus empleados continuamente: diles en qué situación estás, a dónde vas, etc. La desinformación es el alimento del que se nutren los rumores.

9. Tu personalidad: Tu personalidad debe contagiar al resto del equipo. Trabaja duro, sé autoritario sin ser amenazador, interésate por tus empleados, pídeles sus respectivas opiniones pero no dejes que frenen tu toma de decisiones. Y sobre todo, demuestra que crees en lo que haces: la gente no sigue a los que no creen en lo que están haciendo.

10. Busca ayuda: Normalmente deberías apoyarte en tu director de RRHH. Si no dispones de uno, lee todo lo que caiga en tus manos. Hay un montón de artículos interesantísimos acerca de cambio organizacional en esta web: http://www.changeleadersroadmap.com/freeresources/