Carlos Climente

Digital transformation and MarketingOperationsTeaching

Personalizar la publicidad funciona (3 de 3)

Y acabo esta serie de artículos hablando del creciente número de tiendas de ropa online que permiten personalizar sus productos, a cambio de un incremento sustancial del precio.

Si los ejemplos que he puesto hasta ahora -la carta que cada semana se envía en Sun Palace y el sobre de El Fajo– no te han convencido de que personalizar los materiales de marketing [teniendo en cuenta los gustos del cliente, no su nombre] funciona, espero que este último sí lo haga.

Recientemente, Burberry ha lanzado un servicio que te permite “mejorar” tus pedidos online personalizando el producto. Personalizar un abrigo cuesta entre 700 y 8.000 dólares más que comprarlo sin personalizar.

En el transcurso de la compra la web “detecta” tus gustos y empieza a lanzarte ofertas para acomodar el look de tu nueva prenda a tu manera de ser.

Burberry ha lanzado este servicio ahora pero antes lo hizo Louis Vuitton con Mon Monogram (un servicio que te permite coser tus siglas en el bolso que compres empleando la fuente y el color que quieras), Longchamp (que permite cambiar el tipo de asas y el color del forro interno de tu bolso además de coser tus siglas) y  y Prada (que permite que pongas dos caracteres, ya sean letras o símbolos, en la patilla de tus gafas). Y todos ellos están invirtiendo más y más en este servicio.

Si lo hacen es porque funciona. No lo digo yo, lo dicen las marcas más prestigiosas del mundo.