Carlos Climente

Digital transformation and MarketingOperationsTeaching

Personalizar la publicidad funciona (1 de 3)

Estoy convencido de los beneficios de la personalización de los materiales de publicidad. Personalizar no es poner el nombre propio del cliente en la carta que recibe. Personalizar es demostrar al cliente que sabemos quién es como persona. Y funciona.

Cuando trabajaba en Sun Palace hicimos una prueba. Cada sábado el hotel resort dejaba una carta bajo la puerta de cada cliente informando de las actividades y promociones del día. Durante un mes estuvimos enviando dos tipos de carta, uno que tenía el nombre del cliente en la línea de saludo y otra genérica (“estimado cliente”). Pasado el mes calculamos la diferencia de respuesta ante cada tipo de carta. Las cartas no personalizadas tenían un 19% de respuesta; las personalizadas, el 19,3%. Vistos los resultados, dejamos de personalizar las cartas*… De esa manera.

Posteriormente hicimos otra prueba. Durante un mes enviamos dos tipos de carta, ambas sin la línea de saludo personalizada pero con una diferencia: en una de ellas contemplábamos los servicios contratados por el cliente el día anterior y le lanzábamos una promoción. Por ejemplo, si alguien había contratado el spa le decíamos “para alguien que ama el spa como usted tenemos una oferta especial”. Las cartas estándar obtuvieron un 18,7% de respuesta; las personalizadas, un 29,8%.

Al cliente le gusta que sepas quién es. Le da igual que escribas su nombre en un papel. Pero le gusta que sepas cuáles son sus intereses y que actúes en consecuencia.

(*) Si bien algunos estudios como el que sigue revelan que cuanto mayor es el importe de la compra –y el del hotel no lo era- la personalización resulta más efectiva)