Un estudio publicado en Incentive Intelligence demuestra que los consumidores se suman a las iniciativas cuando estas son reales. Las promesas están bien, pero lo que de verdad nos gustan son los hechos.

El estudio en cuestión fue realizado en un hotel que pretendía que sus clientes reutilizaran las toallas para preservar el medio ambiente y, sobre todo, para disminuir sus costes de lavandería. Para ello pusieron tres tipos de nota en las habitciones: una decía que por cada toalla reutiliza donarían dinero para preservar el medio ambiente, otra decía que ya habían donado ese dinero y que se sumaran a su causa, y la tercera decía que el 75% de sus clientes ya se habían sumado a esa causa. Por su naturaleza factual, la tercera fue la que consiguió mejores resultados.